martes, 21 de agosto de 2007

El voto negativo.

Con la nueva política del PP la gente está cabreada. Tanto ellos como los del resto de los partidos. Y eso que en verano se rebaja mucho la tensión política. Se habla mucho de democracia, de libertades y de la lista más votada.
El otro día leí un artículo de Quim Monzó que hablaba sobre todo esto de la democracia, los votos, la abstención y los votos de castigo. Y sacaba a relucir una idea de lo más interesante. El voto negativo. ¿Qué es el voto negativo? Pues eso votar en contra. Votar menos. Muchas veces la gente lo que realmente quiere es que no salga un determinado partido, y se ve obligada a votar a otro de distinta ideología, aunque ese partido no la seduce. Pues el voto negativo permite a esa persona votar en contra, sin tener que favorecer a nadie. Puede parecer algo así como el voto del odio. Pero es que así se respetarían las voluntades de un montón de gente y que votaría lo que realmente quiere.
Realmente es un idea sencilla y fácil de llevar a la práctica. Por eso no creo que triunfe.

lunes, 6 de agosto de 2007

La vagancia y un ventilador.

Este fin de semana lo he pasado bajo un ventilador. Amodorrado por el calor y bajo la tímida brisa de mi ventilador. Zapeando sin piedad. La resaca siempre me ayuda a mantenerme en la misma posición durante horas, mientras pienso en cuando habrá la temperatura adecuada para salir a terracear.
¿Es una mala actitud? Quizás, a quien le importa. Nada es tan placentero como saber que, ahí fuera, un sol de justicia hace derretirse cualquier intento de actividad que se te pase por la cabeza.