Uribe

Sí, Uribe es ese presidente de gafitas que tan bien cae a los que no gustan de Chávez. Y no es que vaya a utilizar mi blog para defender al venezolano (digamos que sus formas, sus opiniones y muchas de sus reformas no han valido para nada, suponiendo que en algún caso tuvieran un buen fondo) si no que a su vecino le canta el aliento.

Uribe es un mandamás típico. Pretende perpetuarse en el poder (hay indicios de sobornos en su segunda elección), tiene relaciones nunca aclaradas con el narcotráfico y un insano gusto por la compañía americana. Pero lo que me ha hecho hablar de él es la aparición en Colombia de una fosa con 2000 cadáveres. No me estoy inventando nada, es una noticia que ha aparecido en los medios, los cuales dudan de la versión oficial de que sean guerrilleros abatidos por el ejército. 2000 muertos en una democracia es inquietante. También que nadie haya dicho nada. Imagino que a Obama le va bien el plan Colombia (unas cuantas bases cerca del amigo Chávez siempre están bien) y que a los neoliberales europeos les interesa tener a alguien cercano a sus tesis "liberales" en el poder, aunque esta persona tenga acusaciones por corrupción, narcotráfico y sea el presidente de un país en el que el ejército se ha cargado a 2000 personas.

Su imagen de estadista (cruelmente parecida a la de Aznar, amigo y compañero) con esas gafitas y su cara de tipo íntegro (el hábito no hace al monje, pero ayuda mucho) te hacen pensar que es alguien incorruptible y un gestor abnegado. Por desgracia en la historia los ejemplos contrarios son tantos que deberiamos empezar a plantearnos el escoger políticos con pinta de vagabundos. Yo estaría más tranquilo.

Para acabar me gustaría romper una lanza (literalmente, pero es que no tengo ninguna a mano).