Tres segundos de memoria, es ese el título de la última novela que acabo de leer hace a penas un minuto. Hacía tiempo que algo no me emocionaba, imagino que cada vez leo menos cosas interesantes. quien sabe.
El escritor es un tal Diego Ameixeiras, un fulano a seguir en sus andanzas literarias, pero ahora de lo que me ocupo es del libro.
Hace relativamente poco hubo, en este mismo blog, una discusión acerca de la existencia de seres muy parecidos en el mundo. Maldita sea, tengo razón. El protagonista del libro tiene pensamientos tan parecidos a los míos en determinados momentos que he llegado a asustarme.
Reconozco que no es algo poco habitual encontrar en un personaje de un libro rasgos parecidos a los tuyos, pero lo de este pavo es, por lo menos, inquietante. Hablamos de un treintañero, que se está quedando calvo, parado de larga duración con ocasionales trabajos de mierda, que filosofa sobre la vida y el destino. Desde luego el tipo tiene algo más de suerte con las mujeres (lo que por desgracia nos distingue)pero aún así piensa de una forma parecida a mi. Su principal pasatiempo es ver la tele y salir de marcha, esperando algo que pocas veces sucede. Él y sus amigos beben y hablan sobre fútbol y mates de sabonis (referencia muy habitual en el libro), al mismo tiempo que de mujeres y su pasado, sacando conclusiones muy similares a las mías. El tío es de la otra gran ciudad gallega y su pasado y presente es casi calcado al mío.
Esto no significa nada. Simplemente me he emocionado leyendo algo muy parecido a mi vida. Imagino que estoy recomendando el libro, pero no estoy muy seguro.