viernes, 31 de enero de 2014

Me ausento, tengo cosas más importantes que hacer

No, el título del post no tiene que ver conmigo, aún sigo aquí, como la lluvia que cae incesante, mojando las aceras, los coches, las fachadas y nuestro, cada vez más plomizo, estado de ánimo. Hablo de, como no, la musa de siempre de este blog, Aznar.

Aznar no va a la conferencia, reunión, cuchipanda o como se llame, que tienen los ¿populares? en Valladolid, su ciudad de referencia (de Aznar, digo), este fin de semana. Alega problemas de agenda, algo de que tiene que dar unas charlas o visitar a unos oligarcas o sacarle la guita a algún petimetre forrado de rolexs de titanio y diamantes. Los comentaristas políticos, tertulianos y periodistas versados en política no se lo tragan. Creen que pretende hacerle un feo a Rajoy, decirle con este tipo de gestos que no le gusta como marcha el partido en los tiempos que corren.

Se equivocan. Lo que no le gusta a ese hombrecillo al que el bigote crece hacia adentro es no volver a ser el presidente. Le gustaría volver a guiar el destino del país con mano dura y dirigirnos hacia un futuro esplendoroso, como si fuera el gran timonel (no sé si este es el título que más le guste) que necesitamos. Nos miraría desde su atalaya, con esa mirada entre lo paternalista y lo severo y nos diría que es lo que tenemos que hacer, un plan maestro garabateado en un cuaderno azul. Eso es lo que le gustaría, llegar y ser el honrado salvapatrias que algunos aduladores vocean en determinados periódicos, olvidando la burbuja inmobiliaria, el movimiento de liberación vasco, los negocios de su yerno, los distinguidos invitados a la boda de su hija que se mantienen encarcelados, los correos de Blesa, una guerra y las playas llenas de un líquido negro y viscoso.

Él lo tiene muy claro, ¿por qué la gente no lo aclama para una vuelta triunfal? Razonen la respuesta.

jueves, 23 de enero de 2014

La moda y David Attenborough

Estos días leo más asiduamente las revistas que dan los domingos con los periódicos. Y me mosqueo con la cantidad de páginas que dedican a moda, complementos y todo ese tipo de cosas. Páginas y más páginas de supuestas tendencias, de fotos de modelos estilizadas, de bolsos y zapatos, de hombres con barba cerrada y piernas depiladas. Son revistas de información general que dedican un tercio de su espacio a moda, como si esta ocupara ese porcentaje de nuestras vidas.

Ayer ví un documental de la BBC, de Attenborough, en el que hablaban de las mariposas y las diferentes formas de sus alas, sus colores y su utilidad práctica en la naturaleza, vamos, moda impuesta vía evolución. Evolución para protegerse de los depredadores, engañarlos, amenazarlos y, también, conseguir una pareja que les permita reproducirse. Moda, al fin y al cabo, moda para convencer a las hembras con bonitos colores, meter la idea en su pequeño cerebro de que ese macho es la mejor elección como padre del futuro montón de hijos. Moda en tonos azules, rojos y verdes que exciten las neuronas destinadas a ser excitadas.

Los humanos llevamos a cabo una evolución cultural. Nos vestimos para protegernos del frío, superar la vergüenza impuesta por una sociedad puritana en exceso y  para follar. Un deseo que ya ha pasado de ser el impulso animal de reproducción para convertirse sólo en placer, algo que también viene impuesto por la evolución, por que los animales que somos no hacen nada sin una recompensa inmediata, en este caso un buen orgasmo. Así que la próxima vez que las páginas de moda me parezcan demasiado frívolas, tendré que pensar en mis ganas de follar. Gracias Attenborough.

viernes, 17 de enero de 2014

La carrera del espermatozoide

En estos momentos, cientos de miles de millones de espermatozoides están a punto de fracasar en la misión de su existencia, fecundar un óvulo. Caen por desagües, su líquido matriz empapa servilletas, manchan cortinas, desaparecen en solución espermicida, los encapsulan en preservativos e, incluso, pueden llegar a sentir las señales químicas que indican la cercanía del ansiado óvulo, sin alcanzarlo. No es ningún drama, se hacen tantos por que muy pocos tendrán la oportunidad de llegar.

¿Cada vez que te masturbas estás cometiendo un genocidio? No, sólo son células, con la particularidad de que la evolución las dotó de flagelo para poder avanzar y de la mitad de una dotación cromosómica normal, para poder unirse a un óvulo y completarlo. Son oportunidades, futuribles con escasas posibilidades de hacerse realidad, combinaciones en una lotería casi imposible de ganar.

Creo que el zigoto es sólo una célula más, con posibilidades de fracasar. Y creo que nadie puede decidir por una mujer si está preparada o no para ser madre. Y menos un ministro con ganas de ser protagonista a costa de decisiones que no le corresponden.