miércoles, 24 de septiembre de 2008

Tercero de hoy, que estoy combativo

Ayer vi documentos tv. Si alguien tiene alguna duda de que clase de tipos gobiernan algunos países, y que por que la guerra de irak fue un desastre para ese país pinchen.

La crisis

Estoy encantado, los bancos empiezan a notar la respiración entrecortada de la crisis en sus nucas. Ellos son los culpables. Que la paguen.
En este mundo capitalista tan divertido el sistema se autorregula, ¿no?. Pues dejemos que se regule. No inyectemos dinero de las arcas públicos en el salvamento de gente que ha jugado, por que ha querido, y ha perdido.

Según lo que tengo entendido lo privado es más rentable para la sociedad que lo público. O eso se comentaba en muchos sitios ahora atenazados por la "desaceleración". La diversidad de empresas garantiza un mejor servicio al consumidor, se comentaba entre los clientes de los bancos ahora en quiebra. La solidez de la economía se basa en la competencia, decían los oligarcas petrolíferos, asustados en estos momentos por la supuesta irrupción de energías limpias en los coches, asustados a su vez por la caída de ventas.

Me gusta que estén asustados. Ellos se lo han buscado. Pero con ellos caen el resto. Si muchos veremos como nuestros empleos dejan de serlo. Aumentará aún más la precariedad laboral, por que las empresas deberán ser más rentables.

En estos momentos también pienso en el desmantelamiento progresivo de las empresas públicas en la mayoría de los estados occidentales. ¿No eran rentables? ¿O nadie sacaba tajada? ¿No ofrecían un buen servicio? ¿Eran tan malos algunos monopolios públicos? ¿Qué confianza me ofrece la gestión en manos privadas?

Todas estas preguntan tienen respuestas. Eran rentables pero nadie sacaba tajada. El quid de la cuestión. Ahora cuatro (cuando digo cuatro quiero decir unos pocos no se el número exacto) se reparten los beneficios que tendría que tener el estado. Muchas de estas empresas eran rentables directamente, otras en cambio median su beneficio en beneficios sociales. Algunos monopolios públicos como el telefónica cumplían un servicio a la comunidad, quizás a unos precios altos. ¿Pero quien nos venía tan mal? Los trabajadores de telefónica tenían una alta seguridad laboral, con buenos sueldos que repartían al gastarlos. No sé cuales son ahora las condiciones laborales de los miles de personas que trabajan en el mundo de la telefonía, pero me temo que son una puta mierda. Por no hablar de los astilleros públicos (ahora mismo en manos de empresas que todo lo subcontratan, hasta la seguridad) o las compañías de electricidad. La confianza que en estos momentos me ofrece la gestión en manos privadas me da repelús.

¿Por qué? por que a alguna gente lo único que le importa es llenarse los bolsillos. Y eso es así. Ni con educación ni con nada. Y la única forma de evitarlo es con mecanismos de gestión controlados con el estado, o con gestión pública. Que seguirá habiendo tejemanejes, pero serán más controlables. Y este es el momento en el que hay que darse cuenta. Por que si no estaremos en un mundo en el que no habrá justicia, por que no será rentable.

martes, 23 de septiembre de 2008

Referentes morales


Casi todo el mundo tiene uno o varios referentes morales. Desde tus padres, pasando por algún político, filósofo o artista. Yo tengo varios, pero uno de ellos, hasta hace unos días, era Albert Boadella. Aparte de gracioso (algo que siempre viene bien) era irónico y desvergonzado. Un auténtico antisistema, un tipo libre de ataduras en un mundo lleno de cuerdas. Hace pocos días me he enterado de que lo une una relación laboral con la comunidad de Madrid. Va a ser director, o algo así, de el Teatro del Canal. Él, que siempre dijo que jamás trabajaría para el estado, él que no quiso subvenciones y, también, que se vanagloriaba de ello, formando parte de su imagen pública. Esta (su imagen pública) se ha venido deteriorando desde el día que presento aquel partido, Ciutadans. Ahora se comenta que simpatiza con el partido de Rosa Díez, (alguien sabe como se llama, o es acaso solo la plataforma para un ego).

Albert Boadella como tantos otros huye hacía delante. Se a acercado tanto a los liberales que estos creen que es uno de ellos. Pero creo que no es verdad. Creo que Boadella volverá a ser un tipo libre, sin ataduras, ni siquiera ideológicas. Los liberales se han puesto el nombre que no les corresponde. Ellos no son libres. Albert, antes, si lo era. A lo mejor todo es una cuestión semántica.

Otra reflexión "Roma no paga a traidores" es una frase que debería aplicarse más el PP, un partido lleno de antiguos militantes de izquierdas (muchos han sido ministros).

jueves, 4 de septiembre de 2008

María Teresa

Que decepción, María Teresa. No has sabido retirarte a tiempo, caer en el olvido y recibir en unos cuantos años el premio de la academia de la televisión a toda una vida. Ahora te has apropiado de un formato que no es el tuyo. "La mirada crítica" no es tu formato, es tu epitafio. No vas a durar ni dos telediarios.
Y aún te preguntaras por que. Pues es sencillo. Intentas siempre hacer lo mismo. La experiencia no te deja ver que tu hora ya ha pasado y que no puedes repetir errores del pasado. Y para decirte que errores cometes estoy yo aquí.
1.- Tu puto afán de protagonismo te impide hacer entrevistas buenas. siempre tienes la última palabra. Y eso no puede ser por que es una entrevista, NO UN DEBATE. eso va después.
2.- Arrastras a colaboradores de tus anteriores programas que están viciados de tus vicios. Está bien tener amigos, e incluso confiar en ellos. Pero el tipo calvo de la barba, Almodóvar creo que se llama, está para otras cosas. Por no hablar de Urdaci o La Sansebastián.
3.- Por último, la mesa de debate se parece mucho a la de tus anteriores programas. esa mesa de debate fue clave en tu huida de telecinco y antena tres. Por cierto que el moderador, supuestamente tú, esté en el centro no es lo habitual en las mañanas donde tiene un papel principal, pero no protagonista.

En fin que te retires o cambies. Pero no sigas jodiendo mis mañanas con tus manías y programas.