jueves, 31 de octubre de 2013

La ausencia del móvil

Hay veces en el que los infundios comienzan a tener visos de verdad, como si los pequeños detalles, esos donde dicen que se encuentra el diablo, hicieran que pensaras equivocadamente. Le das vueltas a esas cosas que te rresultaron extrañas y todo empieza a tener un sentido perfecto donde la certeza se cambia por las elucubraciones.

Es aquí cuando tenemos que buscar el móvil, el porqué de todo esto, como si estuvieramos en la trama de una serie de detectives. Por que el móvil siempre es importante, te dice a donde mirar. En estas series el asesino mata por una razón, codicia, envidia, celos, todos los demás juntos, y si quieres dirigir la investigación hacia una detención no queda otra que buscar sospechosos. Despúes ya se verán las coartadas, las pruebas incriminatorias y la oportunidad. Pero lo primero es el móvil.

¿Por qué una persona niega la evidencia? Por que le interesa. Si, por ejemplo, a alguien le interesa acabar con la sanidad pública para hacer negocios, miente diciendo que la sanidad no es rentable (como si tuviera que serlo, que lo es) y da detalles que te hacen pensar en ellos, olvidando el móvil tramposo del embaucador.

Pero los motivos, las certezas y los pequeños detalles están en todos los lados y los mismos argumentos sobre los móviles pueden ser utilizados en contra de uno. Todo el mundo tiene intereses, sólo hay que buscar quien los retuerce para sacar la mayor tajada. Ese es siempre un buen punto de partida.


viernes, 11 de octubre de 2013

La conciencia gaseosa de la piscina

El aire entra en remolino por la boca, en ese instante breve en el que mantienes la boca a pocos centímetros de la superficie del agua. Y vuelve a salir, veloz, en forma de burbuja, por entre el cloro del agua. Pasa cada pocos segundos, en cada brazada, mientras los índices de cada mano parece que van a tocarse, sin llegar a hacerlo nunca. Llegas al extremo de la piscina, das una bocanada intensa y vuelves a sumergirte, con la mente puesta en el extremo contrario, una y otra vez, hasta que la palabra cincuenta resuena entre los huesos de tu cabeza, exhausta, hambrienta de oxígeno y glucosa.

Pd.- Creo que hace unos diez años estos días de la primera vez que fui a la piscina, con el pobre resultado de ocho largos mal dados.

jueves, 3 de octubre de 2013

Bad taste

Mal gusto, es la traducción de una de las primeras películas de Peter Jackson, ahora superfamoso por ser el director de la saga de "El señor de los anillos". Se trataba de una película gore, con bastante poca chicha (aunque bastante sangre) que lo saco del anonimato. Ahora hace películas para Hollywood.

El título del post le viene que ni pintado. Por que no voy a hablar de Jackson si no de nuestro mal gusto. Leí ayer una viñeta en "El jueves" (si tengo curro intento comprarla) que me dió que pensar. Estaba en una de mis secciones favoritas, el "Para tí que eres joven" y, cito textualmente, "O sea, los programas con más audiencia son pura basura... La música más escuchada es facilona y estúpida... Pero los partidos más votados son algo estupendo ¡Pues vaya!".

Es una reflexión absolutamente certera, llena de mala leche pero fascinante. Es cierto que conlleva un montón de preguntas más, como porqué la gente tiene tan mal gusto, en la radio practicamente sólo suena infiernos (el tiburón, chumba, chumba, tu papito, chumba, chumba, etc), los programas de la tele, ay, son la mayoría telerrealidad. ¿Por qué nuestros políticos van a ser la bomba, por qué? Si todo lo demás es un asco, por que ellos van a ser diferentes, porqué. ¿Qué podemos hacer en este mundo los que no pensamos sólo en fútbol, sálvames y chumba chumba? Una única cosa, ser fuertes, llegaran tiempos mejores.

Pd.- O no y nos tendremos que joder, la música hará que te sangren los oídos, pero estará de moda, en la tele comenzaran peleas de gladiadores, por que nos dirán que es lo que le gusta a la gente (en la antigua Roma estarían de acuerdo) y nos gobernará un clon robótico de José María Aznar, con el cerebro invadido de pelos de ese bigote que crece para adentro y abdominales de acero (literalmente).