jueves, 9 de julio de 2009

En peligro de extinción

Como los linces, los caballitos de mar, la tortuga boba o el lagarto gigante del hierro. El hombre (como ser humano masculino) se enfrenta a su desaparición. Se acabaron los pelos en el pecho, los piropos desde los andamios y el fútbol. La cerveza, la espuma de afeitar, las barbacoas, los detectives en apuros y el marca. Por que ellas ya pueden vivir sin sus sacos de esperma (o sea, nosotros). Para lo único que verdaderamente importábamos en este mundo y ya lo pueden hacer sin nosotros. Tardará más o menos pero, al final, el cromosoma Y se hundirá en las oscuras aguas del olvido. El origen de todo esto está en una noticia donde un grupo de investigadores proclaman su descubrimiento, poder crear espermatozoides a partir de células madre. ¿Para qué esa línea de investigación? Hay esperma para todo el mundo, sobra en cantidades industriales, se pierde por alcantarillas y cubos de basura envuelto en látex. El semen se ha convertido en el producto residual del orgasmo. La semilla de la vida no deja de ser unas células que nadie aprecia, envueltas en un líquido pegajoso que casi todo el mundo considera asqueroso. Repito, ¿para qué crearlo?

Así que ya sabéis chavales, sois los últimos hombres sobre la tierra. Algún día nos echarán de menos. o a lo mejor no.

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