lunes, 5 de noviembre de 2007

¡Hay que escribir!

Es que últimamente estoy un poco vago. Y cuando digo últimamente quiero decir desde que nací. Es un problema como otro cualquiera, como el que tiene miopía o desórdenes de personalidad. A mi no me gusta trabajar. Y la gente dirá: A nadie le gusta. Y una leche. Mucha gente tiene una vida (tanto interior como social) muy pobre, o quizás debería decir triste. Y a esa gente no le puedes quitar el trabajo, por que acabas viéndolos deambular por calles, avenidas, bulevares, etc. Sin embargo a otra gente le agota currar, los pone de mala hostia y es tal suplicio diario ir al tajo, que sufren de una congénita mala leche. Yo ni tanto ni tampoco, pero me acerco más al segundo grupo. Bueno, no podemos hacer nada ante la apisonadora cruel que es la vida y la genética de ada uno. He dicho (o debería decir he escrito).

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