martes, 17 de enero de 2012

Fraga

Durante toda mi juventud viví con la presencia constante de Fraga, como cualquier gallego de mi quinta. Fraga en la TVG, Fraga en los carteles electorales, actos presentados por Fraga, xacobeos patrocinados por Fraga, etc. Cuando salías de Galicia la pregunta era obligada "¿Cómo es posible que os gobierne Fraga?". La respuesta correcta hubiera sido "Y cuando desperté el dinosaurio seguía allí", pero yo en aquella época no conocía el cuento de Augusto Monterroso.

Estos días, a raíz de su muerte, se cuentan un montón de cosas sobre él, miles de anécdotas recordadas por otras tantas personas. También se glosan sus acciones durante el franquismo y se sacan a relucir sus trapos sucios (que como político mayúsculo tenía). Se comenta su proverbial memoria, su expediente académico, su paternidad constitutiva, su apoyo a la transición, yo que sé, 89 años dan para mucho, sobre todo si eres adicto al trabajo y te levantas a las seis todos los días.

Como decía, yo lo viví. En todo su esplendor, como cacique mítico. En aquella época los gallegos emigrabamos a todos lados Canarias, Irlanda, Alemania, Suiza, Inglaterra, etc. Ahora volvemos a irnos. No era como un padre para nosotros, era una lápida que pesaba sobre nuestras tumbas en vida. Ni que decir tiene que cada vez que ganaba unas elecciones mirabamos a nuestro alrededor y nos preguntabamos ¿porqué? ¿por qué a nosotros?. No había respuesta, o quizás estaba en todos aquellos viajes por los pueblos de galicia, prometiendo, dando asfalto a corredoiras inmundas, comiendo pulpo en cada tasca, bebiendo vino en cada casa que visitaba. Eramos más rurales y las mañas caciquiles a las que estabamos acostumbrados él las conocía mejor que nadie.

Recuerdo el día que perdió las elecciones, en 2004. Ni siquiera pudimos celebrarlo, por que faltaba por contar el voto emigrante y ninguno se creía que no le fuera a dar el último escaño que necesitaba. Pero no, nos libramos de él y tuvo un retiro dorado en ese senado que para tan poco sirve. El bipartito sólo duro cuatro años y ahora tenemos a su delfín, a uno de tantos delfines a los que devoró.

Nos queda su herencia, en forma de Mariano (vicepresidente suyo en la xunta), Ruiz Gallardón (siempre fue su ojito derecho), a cidade da cultura (600 millones de euros en un mauseleo a su mayor gloria, un complejo de edificios que fue la obra faraónica que culminó su mandato) y su actuación durante la marea negra del Prestige. Por no hablar del partido, una amalgama de reaccionarios + "liberales" + demócratas cristianos + etc.

Para acabar unas cositas. La primera es este artículo de Barreiro Rivas que le hace justicia, la segunda que no me he alegrado por su muerte (el daño ya estaba hecho) y la tercera recordar, ante tanto elogio, mi opinión sobre él, una opinión que no cambia por que haya muerto. Fraga era un CABRONAZO.

Pd.- La imagen es de Siro López.

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