lunes, 29 de agosto de 2011

Sentimientos encontrados

Aunque pueda parecer que voy a hablar de la repugnancia que me da el psoe aprobando una reforma de la constitución al dictado de la señora Merkel y con el apoyo de un pp encantado, pero que aún así prefiero que Rajoy pierda las elecciones (algo que cada vez parece más difícil), no lo voy a hacer (pero dejo el comentario). Voy a contar algo que me pasa, algo con lo que tengo sentimientos encontrados.

Resulta que por mi trayectoria vital (en la que mis decisiones personales influyen más bien poco) viví durante siete años de mi vida (infantil) en Canarias, viniendo sólo a Galicia durante algunos meses de verano. Esta circunstancia hizo que a la vuelta al terruño tuviera un espectacular acento canario. Este hecho (aparte de otros) lastró mi educación en gallego y mi acento. Y aquí es donde quería llegar.

Tengo un acento tirando a neutro, es difícil que reconozcan mi lugar de procedencia. A mis hermanas les pasa lo mismo. De hecho este fin de semana felicitaron a una de ellas por hablar en gallego, con lo que eso tiene que costar a alguien de fuera. A mí me han llegado a decir que si soy de Valladolid. Todo esto me causa una extraña sensación. Estoy orgulloso de ser gallego, me encanta haber nacido aquí, me siento identificado con la cultura y con parte de la idiosincrasía de ser gallego, exceptuando la mayor parte de lo que otros creen que forma parte de eso, como una cultura del trabajo mal entendida, cierta identificación con ser paleto, una inocencia que no describe a la mayoría de nosotros y las putas gaitas, instrumentos calificados en ciertas eras como del diablo. Me gusta la retranca, la ironía, la musicalidad, el idioma y otras muchas cosas. Pero no me disgusta no tener acento. Aquí es donde tengo el sentimiento encontrado. Por que por otra parte me siento avergonzado de que nadie sepa muy bien de donde soy hasta que lo digo. Es difícil explicar la sensación, así que lo dejo ahí.

Pd.- El tema del acento aumenta cuando hablo en gallego (sobre todo por teléfono, algo que aún no entiendo muy bien) ya que me expreso desprovisto de oes y ees abiertas aparte de otras cosas que estoy seguro de no saber interpretar. Tampoco es que pase nada por que la mayoría de los neoparlangtes de gallego (un término como otro cualquiera para definir a toda esa gente que se ha pasado del castellano al gallego por todo tipo de razones) tiene un problema parecido. Y es que los que han sido amamantados en gallego tienen la suerte de poder hablar en un idioma hermoso.Aquí si que no tengo sentimientos encontrados, sólo envidia.

2 comentarios:

Manuela Mangas Enrique dijo...

Ser bilingüe es tener un tesoro, y envidio abiertamente a las personas que lo son.

También reconozco que tengo debilidad por ciertos idiomas, como el gallego, por su musicalidad.

Nací en Salamanca, aunque crecí en Valladolid, y ya se sabe el dicho...

Yo desconozco si tengo acento, aunque supongo que sí; todos lo tenemos en mayor o menor medida.
En mi opinión, no es cierto que las personas de Valladolid tengan un acento neutro, pues yo misma me doy cuenta al oír hablar a mis paisanos.

Me gustó tu blog.

Saludos desde el campo.

Soyunmendrugo dijo...

Gracias por pasarte por aquí y comentar. Y lo de Valladolid lo digo por que tienen fama (los castellanos en general y los de Valladolid en particular) de acento neutro. Quizás podía haber dicho presentadores de telediarios.